Seis desconocidos entraron con armas de fuego y cortantes, maniataron a los habitantes de la casa y huyeron con un botín avaluado en $1 millón en especies. El deceso de la menor se habría producido por un shock emocional.
A eso de la 01.00 de este martes, un grupo de seis antisociales, algunos encapuchados, otros a rostro descubierto, portando armas de fuego y cortantes, entraron a robar a una casa en calle La Plata, villa Primavera, en la comuna de Recoleta. Producto del ilícito, una adolescente de 17 años falleció de un paro cardiorrespiratorio.
El comisario Mauricio Camousseight, de la Policía de Investigaciones (PDI), contó que “el grupo familiar fue reducido en distintas habitaciones. Sustrajeron computadores, teléfonos celulares y dinero en efectivo”.
Sobre el fallecimiento de la menor, el policía puntualizó que se originó “producto del shock emocional. Al llegar equipos de salud, iniciaron las maniobras de reanimación, sin éxito”.
“Según lo que manifiestan sus familiares cercanos, ella manifestaba problemas de base con su salud del tipo cardiaco. Se encontraba en tratamiento y estaba siendo evaluada por el mismo tema”, añadió luego el policía civil.
Los antisociales se llevaron computadores, teléfonos y dinero en efectivo, avaluado todo en $1 millón. Al momento de perpetrar el ilícito, rompieron puertas y forzaron cerrojos.
Madre de la adolescente
La madre de la menor entregó un crudo testimonio: “Le pedimos de mil formas que se fueran, que no teníamos nada más. Ella tenía problemas al corazón. Me amarraron del cuello, me tiraron los brazos, las piernas para atrás, frente a mis hijas. Eran todos jóvenes. No entiendo cómo un cabro joven puede prestarse para matar a una niña que tenía una mentalidad de 9 años”.
“Lo único que le pido a toda la gente es que nos ayuden a buscar a los miserables que le hicieron esto a mi hija. Lo único que querían eran joyas, oro. Nosotros teníamos todo invertido para ir a trabajar. ‘Lo que tengo, llévatelo’, les dije, pero no se querían ir. Todos violentos con la menor. Uno solo dijo: ‘Déjenla’. Pero ella ya estaba demasiado alterada. Estaba blanca. Caminó 10 pasos y la niña se empezó a desmayar. Si supiera quién es, lo iría a matar en este instante”, concluyó.
El padrastro de la adolescente, de 43 años, fue detenido por infracción al artículo 313 del Código Procesal Penal, por “tenencia, venta y distribución de medicamentos y psicotrópicos”, pues en el hogar se encontró una considerable cantidad de estos, los que habrían sido vendidos en la feria libre.
